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Los vehículos con motor turbo son tendencia a nivel mundial porque ofrecen un mejor rendimiento en RPM (revolución por minuto), reducen el consumo de combustible y brindan un desempeño en carretera de alta categoría.
Así que, no solo hablamos de un motor utilizado para los conocidos autos de ‘Rápidos y Furiosos’, como muchos creen, sino de más eficiencia y reducción de costos. ¿Acaso no es ese el sueño de cualquier conductor?
Pues, en este artículo te explicamos cómo funcionan estos motores, si se puede eliminar el turbo de un motor diésel y por qué ofrecen un mejor rendimiento en carretera, entre otros detalles. Así que, ¡sigue leyendo!
El turbo motor es una sobrealimentación encargada de bombear más aire al motor para poder crear más potencia sin aumentar su desplazamiento.
El objetivo del turbocompresor, también conocido como turbo cargador, es solucionar el inconveniente que presentan los motores de aspiración natural.
Y es que los motores de aspiración natural dependen en su totalidad de la presión atmosférica para proveer el aire necesario para la combustión. En otras palabras, para aumentar su potencia debe crecer el desplazamiento, lo cual significa un consumo mayor de combustible.
En cambio, los vehículos con motor turbo usan menos combustible y generan mayor potencia por su cantidad de energía.
El turbo de motor sirve para comprimir el aire que fluye hacia el cilindro. Cuando el aire se comprime, las moléculas de oxígeno suelen unirse aún más.
Esto crea una mayor potencia mecánica y mejora la eficiencia del proceso de combustión. Por tal razón, el tamaño del motor se reduce para conseguir un motor turbo alimentado.
Este motor también sirve para que tú como conductor obtengas beneficios, como, por ejemplo, ahorrar hasta un 20% de combustible.
La función del turbo en un vehículo consiste en dos turbinas que se unen entre sí a través de un eje que hace que ambas giren a la misma velocidad.
Estas turbinas se encargan de succionar el aire del exterior y entran por los cilindros del motor para aumentar su potencia.
Al mismo tiempo, se disminuye el consumo de combustible y, por ende, se reduce la emisión de gases contaminantes.
No obstante, puede que te preguntes cómo acoplar un turbo a un motor atmosférico.
Para ello, se necesita un turbo con colector que permita a los gases de escape fluir por medio de la turbina. También es necesario una bomba de aceite para lubricar y un filtro para evitar la entrada de los insectos.
Para acoplar un turbo se debe comprimir el aire, por lo que se necesita un intercooler que baje la temperatura y evite que sea más denso.
Luego, se debe controlar el empuje usando una válvula de descarga. Esto previene una sobrepresión que puede hacer trizas el motor.
Para finalizar, necesitas asesoramiento para saber cuándo se debe colocar el combustible adicional y en qué cantidad.
Ten en cuenta que, antes de instalar un turbo en motor de gasolina, debes hacer girar el motor con el arranque para permitir que salga el aceite por el caño que incorpora el mismo al turbo y así asegurar su suministro y limpieza.
La principal diferencia entre un motor turbo y uno convencional es que el motor turbo ofrece un mayor rendimiento.
Esto se debe a que conduce a bajas y medias revoluciones, pero logrando más potencia. En tanto, un motor normal solo alcanza la potencia con aceleración máxima y utilizando el cambio de marchas.
Otra diferencia notable es el consumo, ya que el motor turbo requiere de menos cantidad de combustible para funcionar debido a sus bajas revoluciones.
Asimismo, el motor convencional a grandes alturas puede sufrir un cambio brusco en su desempeño, ya que depende de la presión atmosférica. Mientras que el motor turbo no pasa por este percance.
Una última diferencia que podrás notar es el sonido. Los motores turbo emiten un sonido que es muy reducido. En cambio, el sonido de los motores normales es muy notable.
Para darle un correcto mantenimiento al turbo de un motor se deben seguir estas recomendaciones:
Si se trata del mantenimiento de un turbo de motor diésel, es recomendable que de forma regular se revisen las bujías de precalentamiento.
Los motores diésel tienen un rango de revoluciones que oscila entre las 1500 y 3000 revoluciones por minuto.
Sí se puede adaptar un turbo a un motor diésel, además, le permite aumentar su eficiencia y potencia, en especial cuando se utiliza en combinación con un intercooler.
Sí es posible agregar turbo a un motor normal, solo deben realizarse una serie de modificaciones, la única desventaja es que la eficiencia del turbo no será óptima.
Podemos decir que los motores turbo son la última tendencia, trayendo varios beneficios para ti y para el medio ambiente. Así que, no puedes dejar de probar el motor turbo y sus innumerables ventajas.
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